Sin duda, una de las obras más significativas de los últimos años debido al contexto temporal en que se produjo: en pleno comienzo de la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19, y que se ejecutó en un plazo de dos semanas.
Se trata de la adecuación de las pistas interiores del pabellón deportivo de Carranque, como hospital de campaña para aliviar la presión asistencial en los hospitales malagueños. En un plazo de dos semanas, en pleno confinamiento y con la gran mayoría de almacenes clausurados, hubo que reconvertir este espacio en un hospital para albergar a los enfermos, y que contara con las prestaciones exigibles para desempeñar dicha función.
El hospital de campaña se formalizó a base de particiones móviles y solados continuos de vinilo, con todas las instalaciones con canalizadas aéreas.
Este proyecto no hubiera sido posible sin la colaboración conjunta de algunas empresas del sector, incluida Insbesa, que se aunaron en beneficio de toda la población malagueña.