La actuación consiste en la redistribución del servicio de electrofisiología e implantación de dos salas para equipos de electrofisiología intervencionista, y la reforma de las consultas del área de cardiología.
Este proyecto se realiza simultáneamente en dos áreas distintas dentro del hospital, estudiando con detalle los recorridos internos entre ambas obras sin que afecten a las circulaciones del hospital.
Cabe destacar, que, para la implantación de las dos nuevas salas de intervencionismo, hubo que emplomar paredes y suelos para evitar fugas de radiación hacia zonas anexas. Además, una estructura metálica soporta el peso del equipo de intervencionismo que se desplaza en dos direcciones ortogonales.
En conjunto, se consiguen unas instalaciones modernas y actualizadas, con una distribución más funcional y con la totalidad de las instalaciones, revestimientos y calidades renovadas.

Este proyecto contempla la reforma de una sala destinada a hospital de día que ya era existente, y la redistribución de una zona administrativa para crear un nuevo hospital de día. Ambas zonas se convierten en los hospitales de día oncológico y quirúrgico.
Las dos salas consiguen mayor amplitud, tanto de espacio como de recorridos, además de ganar en luminosidad y confort. Se convierten en unas instalaciones de vanguardia con espacios totalmente renovados, que optimizan la operatividad y comodidad del profesional, y que además garantizan la confortabilidad del paciente.

Sin duda, una de las obras más significativas de los últimos años debido al contexto temporal en que se produjo: en pleno comienzo de la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19, y que se ejecutó en un plazo de dos semanas.
Se trata de la adecuación de las pistas interiores del pabellón deportivo de Carranque, como hospital de campaña para aliviar la presión asistencial en los hospitales malagueños. En un plazo de dos semanas, en pleno confinamiento y con la gran mayoría de almacenes clausurados, hubo que reconvertir este espacio en un hospital para albergar a los enfermos, y que contara con las prestaciones exigibles para desempeñar dicha función.
El hospital de campaña se formalizó a base de particiones móviles y solados continuos de vinilo, con todas las instalaciones con canalizadas aéreas.
Este proyecto no hubiera sido posible sin la colaboración conjunta de algunas empresas del sector, incluida Insbesa, que se aunaron en beneficio de toda la población malagueña.